A veces contemplamos nuestras casas, nuestras habitaciones, nuestras cocinas y baños y sentimos que no tienen nada que ver con nuestros gustos, que no reflejan nuestra personalidad, o simplemente que no nos agrada lo que vemos.
Y nos preguntamos: ¿y si llamara a un decorador? Seguro que me aconsejaría cómo ponerla bonita y cómoda para mí, adaptándola a mis gustos.
Pero la siguiente pregunta que nos hacemos es: ¿cuánto me costaría? o ¿será muy caro?.
Por desconocimiento a veces dejamos en el olvido nuestros deseos por la indecisión que nos crea o porque pensamos que seguro que es inasequible para nuestro bolsillo.
Yo quiero que cambies esa opinión y hacer de la decoración una experiencia única para ti.
Te ayudo a crear esos ambientes tan deseados, esas estancias que hacen de una casa un hogar, de manera sencilla, haciéndolo tú mismo o dejando que yo forme parte de ese cambio.
Tú decides, cuándo y cómo.